¿En qué contexto se celebra XVI Congreso del Frente Polisario?

Desde SaharawisToday escribimos esta editorial especial que pone en contexto las circunstancias que rodean a un Congreso que puede considerarse determinante.

POLITICA

Itziar Canales

1/6/20235 min read

    El silencio informativo que suele predominar sobre la lucha del pueblo saharaui contra la ocupación de su territorio, parece que se rompe cuando, de manera reactiva, algo relacionado con la causa saharaui puede afectar a los intereses españoles o europeos. Por ello, en los últimos meses, apenas se ha hablado de la ocupación saharaui (salvo excepciones) pero mucho del Frente Polisario, aunque dejando de lado su razón de ser y atendiendo, únicamente, a las acusaciones que difamaban su imagen y que, según informes del CNI, tenían a los servicios secretos marroquíes como fuente instigadora.

  Remarcar la denominación del Frente Polisario como Movimiento de Liberación Nacional (aunque para algunas personas pueda resultar trasnochado), es fundamental para, en primer lugar, explicar de dónde viene, cómo surge y cuáles son sus objetivos; segundo, para poner en contexto sus acciones políticas, diplomáticas, judiciales y militares, que están amparadas por el derecho internacional; y, finalmente, para recordar que hay un pueblo que lleva más de 50 años esperando para que se cumpla con una legalidad internacional que le atribuye el derecho a la autodeterminación e independencia. Aun con las críticas que se le pueda hacer, que el Frente Polisario no es un partido político, un facción independentista o, por supuesto, un grupo terrorista, es algo que ha de resaltarse y en lo que no se puede caer si se pretende informar con rigor sobre esta cuestión.

    El presente Congreso puede tratarse del más importante de la historia del Frente Polisario, ya que de éste ha de salir un plan estratégico que sea capaz de encarar las circunstancias actuales que, debido a la inestabilidad política internacional, puede resultar determinante.

 Tras tres décadas esperando a que se cumpliera con el acuerdo del Plan de Arreglo, el ataque perpetrado por militares marroquíes contra miembros de la sociedad civil saharaui que bloqueaban la brecha ilegal del Guerguerat por la que Marruecos comerciaba, impunemente, con los recursos naturales saharauis, supuso la violación del alto el fuego y el Frente Polisario retomó la lucha armada como forma de, por un lado, llamar la atención sobre la comunidad internacional y, por otro, ser fiel a los principios con los que nació y atender a las demandas que la sociedad civil le venía requiriendo.

    Esto se relaciona con unas generaciones que, nacidas en el exilio, han visto sus vidas, las de sus ascendientes y las de sus descendientes, truncadas debido a la pasividad de una comunidad internacional que, abanderando la importancia del cumplimiento de la legalidad, como hacen en otras situaciones de ocupación, como la que se da actualmente en Ucrania, pretenden que el pueblo saharaui confíe en el poder de una diplomacia y un derecho que han servido como excusa del mantenimiento de un statu quo que ha resultado insoportable 30 años después.

   En estos años, la sociedad saharaui, como todas, se ha ido modernizando y, de los pozos de la resistencia ha surgido una nueva generación que no está dispuesta a seguir esperando y se ha puesto manos a la obra. A los jóvenes que se preparan en los cuarteles militares para acompañar a los que ya se encuentran en el frente de batalla, se suman aquellos que, sirviéndose de las nuevas tecnologías, han emprendido una guerra comunicativa en la que, además de combatir las noticias e informaciones falsas que se dan sobre el Sahara Occidental y sobre el Frente Polisario, visibilizan las vulneraciones de los derechos humanos que sufre, diariamente, la población saharaui que vive bajo ocupación, mientras ponen el foco en aquellas empresas y organismos internacionales que, de manera ilegal, colaboran con el expolio de los recursos del Sahara Occidental por parte de Marruecos.

    El frente común que se establece, así, entre la sociedad civil saharaui y las acciones legales que el Frente Polisario lleva a cabo en las instituciones judiciales internacionales, sirve como altavoz contra el silencio informativo que se impone, sobre todo, cuando se puede atentar contra los intereses económicos de muchos países que acaban siendo colaboradores necesarios de la ocupación marroquí.

   Después de los triunfos obtenidos tras varias denuncias en este sentido, en los próximos meses se conocerá la sentencia definitiva del Tribunal de Justicia de la Unión Europea contra los acuerdos entre la UE y Marruecos por incluir en estos los territorios del Sahara Occidental. Esto afectará de lleno a un gobierno de España que, tras aceptar las tesis marroquíes de autonomía como las más serias, realistas y creíbles con el fin de retomar unas relaciones que siempre han tenido el chantaje como telón de fondo, presidirá, a partir de julio, una Unión Europea que tendrá que asumir las consecuencias de una sentencia que, salvo sorpresa mayúscula, se espera tajante como lo fueron las anteriores: el Sahara Occidental no pertenece a Marruecos y, por lo tanto, no se pueden incluir en los acuerdos que se firman a no ser que se obtenga el beneplácito del pueblo saharaui a través de su representante legal; esto es, el Frente Polisario.

    La resolución de esta sentencia sobrevuela un Parlamento europeo que se encuentra sumido en una fuerte conmoción al salir a la luz los casos de corrupción que parecen demostrar los esfuerzos marroquíes por comprar voluntades que sirvan a sus intereses dentro de la Unión. Algo que, reconocido por varios eurodiputados, se relaciona directamente con aquellas mociones o actuaciones que tenían que ver con el Sahara Occidental.

    Como se ha visto, la situación es crucial. A la situación política, judicial y militar, tan incierta, pero con aspectos que pueden resultar beneficiosos, se le añade el hartazgo de una sociedad que está dispuesta a actuar por todos los medios a su alcance y que busca y exige resultados palpables. Temas como la regeneración política, la visibilidad de la mujer en puestos de poder, la diversidad entre la población y la efectividad de las estrategias comunicativa, diplomática y militar serán puestas bajo lupa para sacar un Plan que vuelva a aunar todas las sensibilidades en torno al objetivo final, que es la independencia, ofreciendo a todos los miembros de la sociedad civil su espacio en una batalla que podría ser la batalla definitiva.

PHOTO/REUTERS - Brahim Ghali, secretario general del Frente Polisario

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