El lobby marroquí en España se llama PSOE.

Breve historia de cómo el PSOE ha cambiado su discurso a lo largo de los años respecto a la cuestión del Sahara Occidental y qué repercusiones ha tenido para la causa a nivel nacional e internacional.

Itziar Canales

10/5/20228 min read

Un poco de historia....

     Pocas semanas antes de la muerte de Franco, se firmaron los Acuerdos tripartitos de Madrid, que dividían al Sahara Occidental y entregaban su    soberanía a Marruecos y Mauritania sin que España llegase a cumplir con el referéndum de autodeterminación que exigía la ONU y que se prometió al pueblo saharaui. Se aseguraba, así, el trono al futuro rey, Juan Carlos I, que contaría con apoyo de la monarquía más cercana (Marruecos), aliada de Estados Unidos.

     Estos acuerdos encallaron un conflicto que ninguno de los gobiernos que ha habido en España, desde 1977, han podido ni sabido gestionar y solucionar. Los gobiernos del Partido Popular han hecho la vista gorda y nunca lo han tenido como una cuestión prioritaria, entendiendo que España ya no tiene nada que ver en el conflicto (aun siendo la potencia administradora del territorio); y, por su parte, los gobiernos socialistas se han movido entre hablar de los derechos del pueblo saharaui y modular sus palabras para no molestar a Marruecos.

     Hay que entender que, debido a su proximidad, España y Marruecos están, como se ha repetido hasta la saciedad, “condenados a entenderse”. De hecho, según Eduardo Soler (investigador en el CIBOD), “en el último siglo, las relaciones con Marruecos han marcado la política interna. (…) No hay ningún otro país que haya influido tanto en nuestra política interna”.

"El lobby marroquí en España se llama PSOE"

Javier Otazu, periodista y corresponsal en Rabat de la Agencia Efe durante más de una década, describe, así, la relación entre el partido socialista español y el país vecino en su libro Marruecos, el extraño vecino.

     Entre 1976 y el 2022, el PSOE ha estado bailando a dos ritmos y en dos tiempos en muchas cuestiones como la del Sahara Occidental. Por un lado, los ritmos de las bases y los de la dirección; por otro, los tiempos de campañas electorales/oposición y los del trabajo de Gobierno. Maldita.es ofrece algunos datos que resumen las posiciones que ha ido tomando el PSOE en la cuestión saharaui y que podemos ver en el cuadro de arriba.

     Marruecos por su parte, ha realizado un intenso trabajo diplomático para lograr “convencer” a organizaciones, empresas y países de que ser sus amigos merece la pena; y, sobre todo, para que acepten sus tesis sobre el Sahara Occidental, lo que quedó reflejado en el giro de Pedro Sánchez, decisión que ha levantado ampollas, incluso a nivel interno.

¿Cómo se ha desarrollado la afinidad entre el reino de Marruecos y el PSOE?

Según el periodista Francisco Carrión, “el primer y más importante caladero de apoyos españoles a la causa del majzén, el todopoderoso círculo que rodea a Mohamed VI, se halla en los que, en una época u otra, han ocupado los despachos de Ferraz 70”. Ali Lmrabet, periodista marroquí exiliado, hizo un hilo en Twitter donde expuso su teoría, teniendo en cuenta cómo funcionaron las relaciones con el socialismo francés: dinero y escándalos sexuales. Por su parte, el periodista saharaui, Salamu Hamudi, habla de sistemas de espionaje, chantajes y muchos, muchos cortejos.

   En una entrevista para La Marea en 2016, el, entonces, diplomático del Frente Polisario, Hach Ahmed (actual líder del Movimiento “disidente” Saharauis por la Paz) contó cómo se fueron dando los cambios de Felipe González en lo concerniente al Sahara Occidental y lo relaciona con la entrada de España en Europa y en la OTAN, lo que hizo que se fuese acercando a Estados Unidos. Esto, cuenta, dio pie a que Hassan II, que ya se encontraba entre los líderes aliados del país norteamericano, se ofreciese para facilitar unos lazos de amistad que, el hecho de que el gobierno de España fuera socialista, podrían obstaculizar; ofrecimiento que el PSOE aceptó siendo conocedor de las inquietudes que suscitaba un gobierno socialista para algunos países. Añade que, aunque se presente como amigo para algunos asuntos, Marruecos siempre ha utilizado el chantaje contra España, sobre todo en lo concerniente a Ceuta y Melilla. Aun así, el PSOE siempre ha tendido a complacer los deseos marroquíes para evitar problemas en el ámbito territorial y migratorio, aprovechando, posteriormente, la necesidad de la colaboración antiterrorista y contra el narcotráfico.

      La ruptura entre Felipe González y el Frente Polisario surge con la crisis del Junquito. El exdirigente saharaui consideraba, entonces, a González como el precursor del conflicto al firmar “unos acuerdos ilegales con una potencia ocupante sobre aguas ilegales que no le corresponden” y enviar, después, un buque de guerra a una zona que ya estaba en guerra. Esta crisis, dice, le sirvió como “excusa para justificar la línea de comportamiento que tenía su Gobierno en la época”.

     Destaca, también, su papel en América Latina, donde Felipe González defendía los intereses de Marruecos, presentándose como un experto en la zona, y asegurando que eran, también, los intereses de España. Lo hizo cuando se metió en medio de las negociaciones entre el gobierno de Eduardo Frei (Chile) y el Frente Polisario, colando a Marruecos en la jugada o cuando llamó, insistentemente, a un presidente colombiano para que retirase su reconocimiento a la RASD. Más recientemente, también ha intervenido entre miembros de su propio partido. Convenciendo, por ejemplo, a José Bono de que tenía que visitar Marruecos para “conocer mejor la realidad”, ya que éste había declarado que “Marruecos no es democracia ni puede tener el nivel ni la consideración de un país amigo porque es una dictadura encubierta por un poder personal” o intercediendo entre los barones del PSOE para acallar las críticas internas que provocó el giro del gobierno de Sánchez.

El pueblo saharaui va a vencer en su lucha. Va a vencer, no sólo porque tiene la razón sino porque tiene la voluntad de luchar por su libertad. (…) Sabemos que vuestra experiencia es la de haber recibido muchas promesas nunca cumplidas. Yo quiero, por consiguiente, no prometeros algo, sino comprometerme con la Historia. Nuestro partido estará con vosotros hasta la victoria final.

Discurso de Felipe González (PSOE) en Tinduf. Noviembre de 1976.

Felipe González

José Luis Rodríguez Zapatero

     El segundo presidente socialista, José Luis Rodríguez Zapatero, también ha mostrado una relación muy cercana al reino alauí, incluso ha logrado ser condecorado con la Orden del Trono por parte de Mohamed VI. El expresidente llegó a insinuar que los saharauis deberían olvidarse del referéndum y adoptar “fórmulas imaginativas” que solucionaran el conflicto. Y no sólo eso, sino que 2015 visitó, como expresidente del Gobierno, la ciudad ocupada de Dajla para asistir al Foro Crans Montana, donde se felicitó por haber “recuperado algo tan importante como una relación de confianza con Marruecos”. El ministro de exteriores de la época, José Manuel García-Margallo, le recordó que la misma Unión Africana había pedido la cancelación del evento al considerar que se iba a celebrar en una ciudad ocupada ilegalmente

Miguel Ángel Moratinos

     Javier Otazu, por su parte afirma que el verdadero lobista marroquí en España, en la actualidad, es Miguel Ángel Moratinos. Muestra de su profunda amistad es la próxima celebración del Foro Mundial de la Alianza de Civilizaciones (de la que Moratinos es Alto Representante), que se celebrará en la ciudad de Fez. En otro artículo, Francisco Carrión afirma que varios diplomáticos españoles le aseguraron que José Manuel Albares “ha escuchado, atentamente” la postura de Moratinos respecto al Sahara y Marruecos y que esto le haya podido inspirar en sus acercamientos al país vecino, algo que éste niega

María Antonia Trujillo

     Pese a que los acercamientos a Marruecos cada vez han sido más evidentes, hace un mes se ha vivido un episodio muy polémico de boca de la exministra socialista María Antonia Trujillo, quien afirmó, en una conferencia celebrada en Tánger, y que inauguró Zapatero, que las ciudades de Ceuta y Melilla “suponen una afrenta a la integridad territorial de Marruecos” y que “son vestigios del pasado que interfieren en la independencia económica y política de este país (Marruecos) y en las buenas relaciones entre los dos países”. No sorprende que haya sido declarada “persona non grata” en la ciudad autónoma de Melilla.

En conclusión..

   A pesar de los logros que la diplomacia marroquí atesora en las altas esferas, el periodista Francisco Carrión afirma que “las autoridades del país vecino siguen encontrando en la opinión pública española un hueso duro de roer, altamente reticente a comprar su discurso”. Es por eso por lo que han invertido, también, mucho tiempo y recursos en intentar doblegar el apoyo mayoritario que la sociedad española (una amplia parte, votantes del PSOE) ha brindado a la causa saharaui.

  Queda claro, así, que el PSOE sigue bailando a dos ritmos en la cuestión del Sáhara Occidental. El giro de Sánchez no representa la mayoría parlamentaria, ni tampoco representa a los militantes socialistas. Esta decisión, además, ha avivado la desconfianza del pueblo saharaui, tanto con el Partido Socialista como con la izquierda en general, que se siente utilizado y engañado.

   El Frente Polisario, cada día, tiene mayores obstáculos diplomáticos que vencer. Aunque está consolidando nuevas alianzas, tanto en Latinoamérica como en el propio continente africano, ya no es suficiente con tener el Derecho Internacional de parte del pueblo saharaui y, resulta imprescindible conseguir un consenso político, tanto en España como en otros países europeos.

     

     La batalla jurídica contra el expolio de los recursos naturales del Sahara Occidental que se está priorizando y los positivos resultados que se están obteniendo son pequeñas victorias tangibles para el pueblo saharaui y un chute de optimismo para una nueva generación de saharauis que viene pisando fuerte. "¡No hemos llegado aquí para detenernos!"

     

     

¿Qué opinas?

¿Es el PSOE el lobby marroquí en España?

¿Qué pasa cuando las decisiones de los dirigentes no representan la opinión de sus militantes?

Hasta aquí nuestro especial sobre el PSOE y su estrecha relación con Rabat, ahora nos gustaría saber: