El PSOE se desmarca del Parlamento Europeo para defender los intereses de Marruecos en la cuestión del #MoroccoGate

Mientras la Unión Europea investiga a Marruecos por posibles injerencias, el PSOE intenta no molestarle para garantizar un buen ambiente en la próxima Reunión de Alto Nivel (RAN)

POLITICA

Itziar Canales

2/1/20236 min read

El lobby marroquí en la Unión Europea

   Hace más de un mes que las investigaciones de la Justicia belga sobre una presunta trama, a la que se denominó como Qatargate, salieron a la luz pública. Aunque fue poco después cuando apareció el nombre de Marruecos, lo cierto es que las investigaciones comenzaron porque “los servicios secretos de un país aliado” alertaron de que una “organización criminal en Bruselas estaba tratando de hacer valer los intereses marroquíes con la ayuda de parlamentarios europeos”.

   El caso sigue su curso, pero ya han aparecido indicios que apuntan a que el régimen marroquí ha pretendido (y, en muchos casos, conseguido) comprar voluntades entre los miembros del Europarlamento para que estas personas defendieran y sirvieran a sus intereses dentro del mismo. “Es un comentario generalizado que, durante las sesiones plenarias, la embajada marroquí tiene prácticamente una oficina permanente en el bar de eurodiputados”, afirmaba Miguel Urban. Por su parte, la eurodiputada portuguesa, Ana Gomes, añadía que Marruecos llevaba tiempo trabajando como lobby en Bruselas para “frustrar las resoluciones sobre el Sáhara Occidental y los derechos humanos en Marruecos”.

Imagen del Parlamento Europeo
Imagen del Parlamento Europeo

   La condena hacia este tipo de prácticas llevadas a cabo, presuntamente, por el estado qatarí fue clara y rotunda en una Bruselas que, pese a los indicios y declaraciones de uno de los acusados, no se mostró tan contundente para condenar el papel de los servicios secretos marroquíes que, parece, actuaban como lobby en Europa. De hecho, hay medios que llegan a afirmar que el Qatargate vino favorecido por el entramado de corrupción que Marruecos ya había creado previamente.

   Las presunciones se van convirtiendo en certezas y, hace unos días, se ha sabido que el exeurodiputado Panzeri ha pactado con la fiscalía belga colaborar dando toda la información sobre cómo funcionaba la red de influencias de terceros países en Bruselas a cambio de una reducción de condena. Esta declaración, seguramente, sea un antes y un después en la presencia y comportamiento de los lobbies en la Unión Europea.

El PSOE se alinea con Marruecos

   El pasado jueves 19 de enero, el Parlamento Europeo votó una resolución en la que se denunciaba la represión que padece la prensa en Marruecos, con una especial mención al periodista Omar Radi, condenado a 6 años de cárcel con acusaciones falsas, como ya les ha pasado a otros muchos activistas y periodistas críticos con las autoridades. En la misma, además, se incluía una enmienda de la Izquierda Europea para impedir la entrada de los marroquíes a la institución al igual que se hizo con los cataríes. Aún no se ha ahondado en cómo se va a cumplir con este requerimiento, pero el Parlamento Europeo ya ha anulado varias reuniones interparlamentarias y misiones que se iban a desplazar a Marruecos.

   Ha sido la primera vez en 25 años que el Parlamento Europeo presenta y aprueba una resolución crítica con el régimen marroquí y su incumplimiento con los derechos humanos. Hay fuentes que señalan, de hecho, que si los casos Qatar-Marruecosgate no hubieran salido a la luz, la aprobación de esta resolución hubiera resultado inviable.

   La resolución fue aprobada, pero llamó la atención la postura del PSOE en la votación. Tras el giro de Sánchez respecto al Sahara Occidental y después de que ningún miembro socialista haya acudido al XVI Congreso del Frente Polisario que ha reelegido a Brahim Gali como secretario general, en Bruselas han votado en contra de la resolución que criticaba al régimen marroquí. De esta manera, y pese a que el partido socialista español haya roto la disciplina de voto del grupo socialista europeo, la resolución se aprobó con 356 votos a favor, 32 en contra (17 socialistas españoles) y 42 abstenciones. Por su parte, el Partido Popular Europeo (grupo al que pertenece el PP español) no participó al haber decidido, tras el Qatargate, "no participar ni en la preparación, ni en las negociaciones, ni en la votación de las resoluciones de urgencia hasta que no se implementen las medidas que regulen adecuadamente las mismas". Se ha sabido, también, que Marruecos presionó a los eurodiputados para que echaran abajo la resolución mediante el poder de lobby que ejerce la delegación parlamentaria que participa en la comisión Marruecos – UE.

   Al no haber conseguido frenar esta resolución, diferentes organismos marroquíes la han condenado, llegando a acusar a la UE de “injerencia en el poder judicial marroquí” y amenazando con “revisar sus relaciones con el Parlamento Europeo y someterlas a una evaluación integral para tomar decisiones apropiadas y firmes”. Además, han señalado a Francia como uno de los países instigadores.

Reunión de Alto Nivel Marruecos - España

   El voto negativo de los socialistas españoles en Bruselas ha sido muy comentado. Poco después, se supo que desde la secretaría general del PSOE se ordenó votar en contra de la resolución por no compartir “algunos de sus elementos”, según declaró Pedro Sánchez. Sin dar más explicaciones ni haber presentado ninguna enmienda alternativa, todo indica, según varias fuentes socialistas, que la prioridad del presidente español ha sido no dar ninguna excusa a Marruecos para que cancele la Reunión de Alto Nivel (RAN) que se ha fechado para los días 1 y 2 de febrero en el país alauí, “tragando sapos, si hace falta”. “Es muy mala idea ofender a tu vecino; solo puede complicar y empeorar tu vida”, advertía López Aguilar. En esta línea, fuentes socialistas en Bruselas se excusaron alegando que la Delegación socialista española está comprometida con el pleno respeto de los derechos humanos y defiende el diálogo como la mejor herramienta para el entendimiento entre las partes. España mantiene con Marruecos un diálogo franco en todas las cuestiones de interés común, como son la seguridad, la lucha contra el terrorismo, las relaciones económicas y comerciales, la lucha contra la migración irregular y también los derechos humanos. Desde la responsabilidad y en pro de unas relaciones bilaterales francas basadas en el diálogo y el entendimiento, hemos votado en contra de esta resolución.

   A este encuentro, que no se celebra desde 2015 por decisión marroquí, se sabe que no acudirán los ministros de Unidas Podemos (Trabajo, Consumo, Igualdad, Universidades y Derechos Sociales) por decisión política de los mismos. No ha habido declaraciones oficiales, pero todo apunta a que el rechazo del partido de coalición al giro de Sánchez respecto al Sahara Occidental y la condena a la ocupación ilegal que lleva a cabo Marruecos pueden ser la causa de su negativa. El ministro Albares justificaba la ausencia alegando que “las delegaciones a las RAN nunca se componen de todos los ministros, tampoco ha sido el caso en ocasiones anteriores, depende de la agenda”; “nunca” van todos los ministros, solo los que tienen “temas sobre la mesa”.

   Sonia Moreno, gran conocedora del país vecino, señala cinco asuntos principales que serán tratados:

  1. Aduana comercial: el paso de mercancías por las fronteras terrestres de Ceuta y Melilla se aseguró que comenzaría antes de la RAN, pero no ha sido así. Sigue sin haber información sobre una fecha exacta.

  2. Aguas con Canarias: se evaluará el trabajo realizado por el grupo de delimitación de espacios marítimos de la fachada atlántica para lograr avances concretos. 

  3. Acuerdo de Pesca: Rabat espera que España medie en los acuerdos comerciales entre Marruecos y la UE que se pueden ver afectados por la próxima sentencia del TJUE por incluir aguas saharauis. Marruecos puede pedir un apoyo más explícito a la ocupación del territorio del Sahara Occidental.

  4. Seguridad (migración y terrorismo): se evaluarán las colaboraciones entre las patrullas marítimas y terrestres y se revisarán los programas de migración.

  5. Comercio y empresas: se organizarán foros empresariales y se ofrecerán incentivos para que empresas españolas se instalen en Marruecos, pero con la intención de que también lo hagan en el Sahara Occidental, legitimando la ocupación.

   Pedro Sánchez acudirá con doce de sus ministros y varios empresarios, pero aún no se sabe si el rey marroquí, Mohamed VI, se presentará. Las últimas informaciones lo sitúan en su palacio de Gabón, al que se trasladó hace unas semanas y aún no hay noticias de que haya viajado a Rabat. Su ausencia puede ser un duro golpe para el Gobierno español, que ha condicionado su política a complacer a Marruecos siendo, por ello, reprobado, tanto en España como en Europa.