Binomio Frente Polisario - RASD

El Frente Polisario y la RASD

   Con el vacío jurídico que dejaba la retirada de España, el 27 de febrero de 1976 el Consejo Nacional Saharaui provisional y el Frente Polisario proclaman, en Bir Lehlu, la República Árabe Saharaui Democrática (RASD) y El Luali es proclamado como su primer presidente al mismo tiempo que ejercía de secretario general del Frente Polisario.

    Aunque no fue hasta 1982 que se explicitó que el secretario general del Frente Polisario sería, a su vez, jefe del Estado; lo cierto es que, desde su nacimiento, la RASD y el Frente Polisario están imbricadas. Y así será, si no cambia nada, hasta que el pueblo saharaui pueda decidir su futuro mediante un referéndum de autodeterminación.

    El artículo 15 de la Ley Fundamental del Frente Polisario dice que la estructuración y la gestión del FP se basan en el fortalecimiento constante del Frente Polisario y su primacía sobre el Estado, teniendo en cuenta el carácter binario de la estructura organizativa saharaui (Frente de Liberación – Estado Soberano). Este binomio ha facilitado que, allá donde la RASD no podía llegar al no ser un país reconocido por la mayoría de grandes potencias, sí ha podido hacerlo el legítimo representante, sí reconocido, del pueblo saharaui. Esto es, el Frente Polisario, quien se presenta como la forma superior de organización política del pueblo saharaui, con el común objetivo de liberar la totalidad del territorio de la RASD y la promesa de establecer, entonces, una sociedad democrática moderna.

    Así, el sistema político saharaui parte de una dualidad en la que el máximo líder de ambos organismos convergen en la misma persona: el secretario general del Frente Polisario es, al mismo tiempo, el presidente y jefe de Estado de la RASD. Ya a partir del nivel inferior, se diferenciarían las líneas del Frente Polisario, quien establece la organización política encargándose de la movilización y orientación políticas; y la de la RASD, con la misión administrativa de organizar a la población y atender sus necesidades en todos los sectores. La organización administrativa va a la par de la organización política, tanto en complementariedad como en interdependencia.

    En la actualidad, la ejecutiva de la RASD controla el territorio liberado del Sahara Occidental que queda al este del muro marroquí y, de manera inédita, ha logrado crear un Estado en el exilio que se encuentra, geográficamente, dentro de otro Estado (Argelia) que ha permitido que la población refugiada pueda vivir bajo la autoridad de sus propios líderes y su propia Constitución.

    A continuación, se procederá a explicar la organización política FP - RASD y su composición, teniendo en cuenta que, aunque exista una dualidad, no todas las personas que ostentan cargos en la RASD tienen que hacerlo, también, en las filas orgánicas del Frente Polisario.

El Frente Polisario

     SECRETARIO GENERAL FP

    El secretario general del Frente Polisario es elegido en un Congreso (como el que se va a celebrar próximamente) que se celebra cada 3 años de manera ordinaria con posibilidad de prorrogarse un máximo de 1 año. El que sea designado como secretario general del FP asumirá, también, la jefatura del Estado, convirtiéndose, así, en presidente de la RASD.

     SECRETARIADO NACIONAL FP

  En este mismo Congreso, también se votarán a las personas que conformarán el Secretariado Nacional, un organismo compuesto por representantes de los territorios ocupados, congresistas, organizaciones de masas (UJSARIO, juventud; UGTSARIO, trabajadores; UESARIO, estudiantes y UNMS, mujeres) y el propio secretario general.

    Bajo la dirección del secretario general, el Secretariado Nacional es el órgano supremo del Frente y del Estado durante el periodo entre los dos Congresos y ejerce las funciones de ejecución, movilización y control: llevan a cabo los planes operativos con base a las decisiones tomadas en el Congreso, preservan los recursos públicos y administran las instituciones financieras, ejecutan el programa de acción nacional y lo evalúan, identifican las tareas que puedan fortalecer al Frente y al Ejército de Liberación, velan por el funcionamiento de las instituciones dentro del marco de la ley, organizan y realizan congresos, festivales o foros y seminarios políticos; representan al Frente en relaciones con otros organismos e instituciones, presentan un informe moral y económico que abarque su mandato.

La República Árabe Saharaui Democrática (RASD)

  El sistema político de la República Árabe Saharaui Democrática comprende todos los poderes que se prevén en cualquier Estado para poder garantizar un correcto funcionamiento: poder ejecutivo, poder legislativo y poder judicial.

PODER EJECUTIVO

  Conformado por el Secretario General y el Gobierno, se trata de un elemento fundamental, sobre todo en tiempos de guerra. El secretario general, elegido por votación en el Congreso, designa un primer ministro quien, previa aprobación del presidente, elige a los responsables de los diferentes Ministerios conformando, así, el Gobierno. Este es el encargado de elaborar y ejecutar los programas de trabajo anuales que se establecen en base al Programa Nacional que se establece en el Congreso.

Presidente de la RASD

En la actualidad existen, por lo general, dos tipos de presidentes de una República: aquellos que ostentan, además de la jefatura del Estado y de Gobierno, los poderes de disolver el Parlamento y designar al primer ministro (como ocurre en Francia); o aquellos que, pese a ser los jefes de Gobierno, no tienen el poder de disolver el Parlamento, ni éste puede utilizar una moción de censura contra aquel (como es el caso de Estados Unidos). Debido a que la RASD se encuentra en una situación especial, como es una guerra de liberación nacional que exige garantizar una estabilidad política, de manera provisional, el presidente ostenta en su persona múltiples poderes; a saber, es el jefe de Estado, jefe de Gobierno, secretario general del Frente Polisario, jefe supremo de las Fuerzas Armadas y jefe de la diplomacia. Además, si bien no es responsable ante el Parlamento, sí que tiene el poder de disolverlo.

Como secretario general del Frente Polisario, también asume la coordinación de las actividades que se llevan a cabo, tanto en éste como en la RASD. De esta manera, conjuga lo político (FP) con lo administrativo (RASD) junto a sus primeros colaboradores: el presidente del Consejo Nacional Saharaui y el primer ministro. Del mismo modo, para elaborar los diferentes proyectos de decisión, cuenta con personal asesor en ámbitos como el militar, de seguridad, de hacienda o diplomacia.

El Gobierno

El gobierno está dirigido por el primer ministro, que es responsable ante el jefe del Estado por quien es designado, es el encargado de definir, bajo la autoridad del presidente, el programa de ejecución de la política general del país. Este programa de acción anual, elaborado por él y los responsables de los ministerios (el gobierno) siguiendo los planes establecidos en el Congreso, se ha de someter a la aprobación del Consejo Nacional/Parlamento (poder legislativo).

Sus funciones abarcan desde presidir las reuniones del Gobierno en ausencia del Presidente hasta supervisar y coordinar las diferentes actividades que se lleven a cabo dentro del Gobierno.

Compuesto por, aproximadamente, unos veinte ministros, el gobierno saharaui, como gobierno de unidad nacional, trata de mantener una cohesión interna que, en tiempos de lucha de liberación, parece predominar sobre cualquier otra consideración.

Administración Nacional

El sistema administrativo se basa en una división que abarca la wilaya (provincia), daira (municipio) y baladiya (barrio), donde trabajan los consejos y comités a cargo de los sectores que son considerados más prioritarios (producción, educación, salud, suministro, asuntos sociales).

Cada daira (municipio) es administrada por un consejo local que se compone por los responsables de los comités y del presidente - alcalde, quien es elegido por los congresos municipales.

A nivel de la wilaya (provincia), un consejo provincial, compuesto de los presidentes de los consejos locales (alcaldes), de los directores de los ministerios, del representante de la Media Luna Roja saharaui y presidido por el Wali o gobernador (responsable del departamento político provincial, en calidad de miembro de la Secretaría Nacional del Frente Polisario), y que es nombrado por el jefe del Estado.

El esquema de la derecha ejemplifica cómo se distribuyen los campamentos, con 5 wilayas, compuestas por varias dairas que se dividen, a su vez, en varios barrios.

PODER LEGISLATIVO

El poder legislativo de la RASD lo ostenta, principalmente, el Consejo Nacional o Parlamento y, en un nivel inferior, el Consejo Consultivo.

Parlamento o Consejo Nacional Saharaui (CNS)

Se reúne dos veces cada 18 meses y tiene la misión de aprobar el programa del Gobierno y el presupuesto que se asigna a dicho programa, y lo hace a través de debates en los que se pueden presentar enmiendas por parte de los parlamentarios. Tienen el poder de presentar y votar mociones de censura contra uno o varios ministros, incluso contra todo un Gobierno. Con el citado poder del Presidente para disolver el Parlamento, se pretende establecer un equilibrio que mitigue un posible exceso parlamentario. Sus miembros son elegidos de manera directa (por el pueblo) y secreta dos veces cada dos congresos (90 días tras el congreso).

Pese a todo, es importante resaltar que debido al estatus especial de la RASD, el Consejo Nacional Saharaui no desempeña un papel pleno de Parlamento que sí se prevé una vez se alcance la plena soberanía del Estado saharaui. Del mismo modo, la independencia parlamentaria puede quedar en entredicho cuando el presidente del Consejo Nacional es un miembro del Secretariado Nacional (FP), institución presidida por el jefe del Estado en calidad de secretario general del Frente Polisario. Nuevamente, se insiste en que todo esto viene condicionado por la situación especial en la que se encuentra el Estado saharaui.

PODER JUDICIAL

Como el poder judicial no tiene relevancia en el proceso político que se avecina, sólo se apuntará que la independencia judicial está consagrada por la Constitución, y se hacen verdaderos esfuerzos porque este principio se cumpla pese a que, en las circunstancias especiales que se viven, el Consejo Superior de Justicia se encuentra sometido a la autoridad del Ministerio de Justicia.

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